Un régimen sólido para pequeños contribuyentes difícil de sustituir

El jefe de Gabinete y vocero presidencial, Manuel Adorni, ha hecho un llamado a la cautela respecto a las reformas que se están analizándolo en el Estado, especialmente en lo que refiere a la modernización laboral y su posible relación con la eliminación del monotributo. Adorni aclaró, “cualquier afirmación sobre una medida que no salga de los canales oficiales es, a priori, falsa, como lo del monotributo”.

Sin embargo, el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, más conocido como monotributo, es un impuesto que forma parte del sistema fiscal y, por lo tanto, puede ser revisado. Este régimen fue creado para otorgar un trato especial a aquellos pequeños contribuyentes, que deben tributar sobre una base presunta, que incluye no solo impuesto a las Ganancias, sino también IVA y, si corresponde, aportes para la obra social.

Hoy en día, después de muchas modificaciones desde su implementación, el funcionamiento del monotributo ha ido evolucionando y abarcando varios aspectos.

A favor y en contra

Como sucede con cualquier impuesto, el monotributo tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, se le critica por facilitar que algunas personas dividan actividades para ocultar un emprendimiento detrás de varias identidades. También se señala que puede encubrir relaciones de dependencia, un esquema que, por cierto, también han utilizado distintos niveles de gobierno.

En el lado positivo, este régimen ha permitido que muchos contribuyentes que estaban en la informalidad se formalicen y pasen a ser contribuyentes regulares. La comodidad de pagar un monto único es una de las principales razones de esto. Si cada actividad se tributara individualmente, los contribuyentes tendrían que lidiar con una carga administrativa mucho mayor que la que requiere el monotributo.

La manera en que se determina el monto a pagar, basado en estimaciones, también facilita el proceso de tributación. Esto ha generado una mayor conciencia tributaria en el país, y el monotributo se ha extendido a un gran número de profesionales, artesanos y prestadores de servicios.

Con la creciente cantidad de inscriptos, es evidente que han buscado formalizar su trabajo, y sin este régimen, muchos seguirían en la marginalidad. Aunque queda mucho por hacer sobre el tema de la evasión, el monotributo parece ser una herramienta útil para avanzar en este aspecto.

La idea de eliminar el monotributo, aunque actualmente parece infundada, no se trata simplemente de derogar una ley. Esto significaría que esos contribuyentes pasarían a tributar por el régimen general, como el Ganancias Simplificado o Autónomos, lo que conllevaría un mayor aporte previsional y la inclusión del IVA.

No hay que olvidar que el monotributo apareció para reemplazar al Responsable No Inscripto en IVA, lo que marca su importancia en el sistema actual. Desde entonces, la única opción para los contribuyentes ha sido ser responsables inscriptos o monotributistas.

Es fundamental evaluar si realmente se necesita un cambio para los pequeños contribuyentes. Este régimen, con sus aciertos y errores, ha funcionado y acumulado suficiente experiencia como para poder seguir perfeccionándolo. También es importante considerar si cualquier reformulación del esquema podría implicar una carga tributaria más pesada para este sector.

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